Una buena formación es esencial para abrirte un hueco en el mercado laboral. En SIMSS trabajamos con los mejores para convertir a nuestros alumnos en grandes profesionales.
Es un hecho indudable: el sector de la bicicleta no para de crecer. Cada vez son más los ciudadanos que, concienciados en materias como el cambio climático o la asfixiante contaminación de las grandes ciudades, deciden dar el paso y empezar a utilizar la bicicleta como medio de transporte habitual.
Al mismo tiempo, los amantes del ciclismo como deporte siguen subiendo en número, tanto en las modalidades de montaña como de carretera, así como en disciplinas que han llegado para quedarse, como el gravel. Una pasión por el deporte que se explica por el hecho de que cada vez nos preocupamos más por nuestra salud y disfrutamos de las actividades al aire libre, algo que se ha incrementado tras los picos más duros de la crisis sanitaria y el confinamiento.
A todo ese escenario hay que sumar el auge de las bicicletas eléctricas. Un campo que está abriendo infinidad de posibilidades, tanto a nivel de movilidad como en el ámbito recreativo, y que en algunos países europeos está suponiendo un auténtico bombazo, en una tendencia que poco a poco también está llegando a España.

Por último, las bicicletas de carga están suponiendo también una revolución en la logística de las ciudades, y cada vez son más las que apuestan por ellas para el reparto de todo tipo de mercancías. De hecho, según una encuesta reciente entre 38 fabricantes de este tipo de bicicletas, su venta experimentó un crecimiento de hasta un 66% a lo largo de 2021.
El ciclismo es, pues, un motor económico de primer nivel. Actualmente, el sector de la bicicleta da trabajo a 655.000 personas en Europa, una cifra que, a juzgar por las perspectivas del mercado, no va a hacer más que incrementarse en un futuro muy próximo. Las perspectivas de organismos como la Federación Europea de Ciclismo (ECF) hablan de que se alcanzará el millón de empleos relacionados con la industria de la bici en los próximos años.
En nuestro país, según un informe de 2playbook, 7,9 millones de españoles montan habitualmente en bici. La industria española de la bicicleta genera 1.871 millones de euros en ventas minoristas y 22.567 puestos de trabajo. “El ciclismo es una disciplina que, para España, se ha convertido en un motor de otros muchos sectores”, según indicó el citado informe, que destacó que casi 21 millones de españoles tienen una bicicleta en su casa.
Todo ese crecimiento necesita de profesionales formados. Es por ello que en SIMSS trabajamos muy duro para ofrecer los mejores cursos de la mano de profesionales acreditados y con una dilatada experiencia en el sector. Ya se trate de los cursos de iniciación o de los orientados a los profesionales que quieren ampliar sus conocimientos en áreas concretas.
Víctor Álvarez Sarrión es fundador de la escuela de mecánica TreceCatorce, que actualmente se encuentra inmersa en SIMSS, empresa de la cual es socio, responsable del área de formación en mecánica y profesor titular. Como muchos otros, aprendió de un modo autodidacta: «fui de esos niños afortunados que ha tenido un taller en casa», recuerda. «Mi padre tenía su garaje con sus herramientas, y ahí empezó todo. Pero reconozco que en el uso aplicado a la bici sí me hubiera gustado recibir una formación como la que ahora impartimos. En mi caso, aprendí a base de ensayo-error, de colegas que sabían más y de compañeros de taller o incluso de otros talleres a los que recurro. Sigo haciéndolo a día de hoy, cuando algo se escapa de mi conocimiento».
Víctor tiene muy clara la importancia de formarse adecuadamente en la mecánica de bicicletas. «Como en cualquier profesión, la formación acelera el aprendizaje inicial que, bajo mi punto de vista, puede ser el más desesperante o que más inseguridades genera. Lógicamente, si tu intención es dedicarte profesionalmente a la mecánica, te ayuda a prepararte para entrar al sector. Sin experiencia es difícil que te den trabajo, pero con una formación adecuada se puede suplir esa falta de experiencia», explica. «Creo que la formación es la llave de entrada. Después, con el tiempo, la experiencia y la dedicación adecuada probablemente te conviertas en un mecánico o mecánica profesional».
Parece evidente: la formación es clave para el futuro de quien se quiera dedicar al mundo de la bicicleta. Pero, ¿qué hay del futuro del propio sector? ¿Cuáles son sus principales retos? En opinión de Víctor, el sector necesita elevar el nivel de calidad de los mecánicos profesionales, y esto empieza con una formación de calidad, real y aplicable al día a día en los talleres. Nuestro reto está aquí, en conseguir una formación que permita una rápida inserción laboral de los alumnos y, por supuesto, contando con los propios talleres, que al fin y al cabo son los que necesitan mecánicos. De esto último ya os contaremos más adelante, se está cociendo algo pero aun no puedo decir más». ¡Os mantendremos informados!